Un pequeño oasis en el caos de Marrakech

Fue una experiencia increíble. La amabilidad del personal, comenzando por Joussef al recibirnos con un delicioso té, hizo que nos sintiéramos en casa. La habitación decorada con mucho gusto y la tranquilidad de las noches fueron un verdadero alivio después de explorar la vibrante ciudad. Además, los desayunos cambiaron cada día, haciendo que cada mañana fuera especial. La terraza con piscina fue perfecta para relajarnos por las tardes. Sin embargo, sería útil que el Riad contara con un ordenador para los huéspedes.

Un oasis de tranquilidad

La calidez del personal y la tranquilidad del Riad son incomparables. Despertarse con el canto de los pájaros y el aroma del azahar en el aire fue sencillamente mágico. Las cenas a la luz de las velas en el patio crearon momentos inolvidables.

La comunicación antes de la llegada fue algo confusa, lo que generó un momento de tensión al inicio. Sería ideal que mejoren la claridad en estas instrucciones para evitar inconvenientes.

El Riad Majala es un oasis de tranquilidad. La ubicación era excelente, aunque el laberinto de la medina puede asustar al principio.

La limpieza de las habitaciones era impecable, y las cenas eran exquisitas. La terraza era un lugar perfecto para disfrutar del desayuno con frutas frescas y tortitas locales. El personal siempre atentos y dispuestos a ayudar.

Nada de verdad.

La experiencia en el Riad Majala fue inolvidable. La calidez de Joussef al recibirnos marcó el comienzo perfecto, acompañándonos con un té moruno y mostrándonos cada rincón del lugar. Las habitaciones estaban decoradas con gusto y la limpieza era notable. La terraza con piscina fue un oasis de tranquilidad. Los desayunos variaron cada día, con frutas frescas y tortitas locales. disfrutamos de varias cenas, que honestamente eran exquisitas, creando un ambiente único con las velas encendidas en el patio. Además, la ubicación fue excelente, aunque un poco intimidante al principio, el laberinto de la medina se volvió más agradable una vez que nos acostumbramos. Sin duda, volvería a alojarme aquí.

La comunicación previa a nuestra llegada fue un tanto confusa, lo que generó un primer momento de tensión. Hubiera sido ideal recibir instrucciones más claras para evitar ese inconveniente inicial.